domingo, 3 de junio de 2012

Educar sin castigos ni recompensas

Dibujo de un niño de cuatro años sobre sus emociones.
  • Los expertos coinciden en que no se debe 'sancionar' habitualmente a los niños
  • Aplicar castigos 'puede evitar un problema puntual, pero no enseña'
  • Se deben establecer límites, pero recomiendan hacerlo a través del diálogo
  • Es clave conocer y cubrir las necesidades de toda la familia sin emitir juicios

Reforzar las conductas positivas

¿Y cómo fomentar que los niños tengan un buen comportamiento? "La forma más rápida y efectiva" de conseguirlo es el refuerzo positivo. Es decir, centrarse más en las conductas que los padres consideran correctas y que el niño "aprenda que los buenos comportamientos generan consecuencias positivas", asegura esta experta de la Asociación Española de Pediatría y coordinadora de la web familiaysalud.es
Esther Serrano subraya que, efectivamente, se debe evitar decir: "Si te portas bien te daré un caramelo" [o la PSP] y que hecho el "pedir algo a cambio de portarse bien, se puede considerar una conducta negativa a corregir".

Aunque el castigo no es un método educativo "eficaz", pueden darse, a juicio de esta experta, determinadas situaciones en las que la sanción sea la única manera de "frenar" una mala conducta.
Pautas:
- El tipo de sanción y el modo de aplicarla debe adecuarse a la edad
- Para los pequeños pueden ser útiles técnicas como el 'tiempo-fuera' (que el niño se pare a pensar sobre su comportamiento en algún lugar durante el tiempo que corresponda a su edad -dos años, dos minutos; cinco años, cinco minutos...).
- Siempre que se aplique una sanción se debe avisar previamente al niño, se le debe explicar cuál será el castigo y porqué. El pequeño debe conocer las consecuencias de sus acciones.
- Se debe ser firme y coherente en su aplicación, debe aplicarse de forma inmediata tras la mala conducta y debe ser proporcionado al hecho que ha ocurrido. Nunca debe depender del estado de ánimo de los padres.
- Se le debe dar la oportunidad de repetir la conducta de forma adecuada y se debe reforzar esta conducta correcta cuando ocurra. El castigo siempre tiene que combinarse con técnicas de refuerzo positivo.
- Nunca se les debe comparar con otros niños, ni humillarles, ni utilizar la comida como premio o castigo, ni retirarle el cariño.
- Ayudarle a desarrollar habilidades de autocontrol.
- No abusar del castigo. Si esto se produce los niños, se sienten tristes, inseguros y amenazados. La comunicación entre padres e hijos puede deteriorarse y también los vínculos emocionales entre ellos. Los niños y también los padres pueden sentir sentimientos de ansiedad y de culpa.
 
 LEER COMPLETO: ¿Es la sanción una herramienta educativa eficaz?'¡Estás castigado!'

2 comentarios:

Alejandro dijo...

Muy buen aporte. La enseñanza que pueda brindarle un padre a su hijo es fundamental en el futuro del mismo. Por este motivo, considero que instruirse sobre los métodos y técnicas necesarias para optimizar la educación de los niños es fundamental e imprescindible.

Jesús Hernández dijo...

Disculpa, Alejandro, por no haber publicado este comentario antes, pero se me había pasado. Opino como tú, una paternidad responsable en estos tiempos requiere formación.
Un saludo y gracias por compartir tu opinión